A la opinión pública:

La Comunidad Universitaria de la Universidad Autónoma de la Universidad de Morelos (UAEM), lamenta profundamente el asesinato del luchador social Marco Antonio García Barrera, ocurrido en Morelos, en medio de un contexto de violencia descarnada y de la total inmovilidad y corrupción de las autoridades.

El asesinato de Marco Antonio, como el también reciente asesinato de la chef internacional y empresaria Elvira Santillán Guerra, es uno más de los que ocurren constantemente en Morelos. En todos los casos, las autoridades locales, en lugar de prevenir, investigar y sancionar el delito, revictimizan a las víctimas, criminalizándolas con declaraciones ligeras y dolosas, que sólo muestran la ineficiencia del gobierno o sus vínculos por omisión con los criminales. 

Esa manera de proceder ha llevado al propio gobierno a desacreditar, descalificar y criminalizar particularmente a defensores de derechos humanos. Es el caso de Gustavo Salgado Delgado, miembro del Frente Popular Revolucionario, cuyo atroz asesinato, continúa sin aclararse e impune.

Marco Antonio García Barrera, fue también un hombre profundamente comprometido con los derechos de los trabajadores. Exigimos que su muerte, acaecida en circunstancias extrañas como la de Gustavo Salgado, no siga, por parte del gobierno, el mismo derrotero de desprestigio y criminalización de la víctima, que termina siempre en la impunidad y en el triunfo de la corrupción y del crimen. 

El asesinato de Marco Antonio García Barrera, que condenamos perentoriamente, se enmarca en la campaña persecutoria contra la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) que, al igual que lo hizo García Barrera y Gustavo Salgado, se ha ocupado de defender a las víctimas, de buscar la justicia para ellas y sus familias, de atender sus problemas, de servir de interlocutor frente a las instancias federales y de poner al servicio de las víctimas de la violencia y las violaciones a los derechos humanos su capacidad técnica y científica.

Al igual que el gobierno desprestigia y criminaliza a quienes han dado su vida en la defensa de los derechos humanos, ha montado nuevamente una campaña mediática y política contra la UAEM para intentar vulnerar su autonomía, interferirla, controlarla e impedir que continúe su labor de denunciar la realidad y de servir a quienes más lo necesitan. 

El asesinato de luchadores sociales, como Marco Antonio García Barrera y de ciudadanos en general, debe terminar y sus muertes deben ser investigadas, juzgadas y sancionadas con base en la ley. Asimismo, la campaña de criminalización y golpeteo a la UAEM debe detenerse ahora, por el bien del estado. Por ello debe cancelarse de inmediato la propuesta de reforma presentada en estos días en el Congreso del estado que pretende vulnerar la autonomía universitaria. De no ser así, se estará condenando a la entidad al reino del pensamiento único, del crimen, de la miseria y la desigualdad.

Ciudad Universitaria, 14 de julio de 2016.