Propone investigador de la UAEM método para reducir contaminación en barrancas
BOLETIN DE PRENSA
Boletín número 4335
Ciudad Universitaria, 27 de junio de 2022
En su más reciente obra editorial Monstruos de la Barranca. Entre miseria y aguas residuales, Rafael Monroy Ortiz, investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), propone la instalación de tanques sépticos en los 311 lugares de descargas de aguas residuales que contaminan las barrancas de Cuernavaca y generan la reproducción del mosco transmisor del dengue, sika y chikungunya.
Entrevistado en Radio UAEM, Rafael Monroy Ortiz, investigador en temas de urbanismo, dijo que su obra es una aproximación a las condiciones que enfrenta la capital de Morelos, en el tema de los drenajes que van directamente a las barrancas y describe las condiciones de salud y contaminación que se generan a partir de que las aguas que se vierten y no ha tenido la posibilidad de tratamiento suficiente ni tampoco han sido canalizadas a los lugares adecuados.
Relató que el estudio habla de la relación que se encuentra entre la reproducción de moscos vectores del dengue zika y chikungunya, y la humedad de las barrancas en tiempos de sequía, lo que mantienen latentes estas especies.
“Lo que la ciencia consideraba que no era posible, después de hacer recorridos y levantamientos, nosotros dimos cuenta que sí se mantenían latentes y entonces en un primer periodo de humedad con la lluvia, los moscos se reproducen y empiezan a distribuirse en la ciudad, llevando consigo la enfermedad”, dijo.
“Evidentemente no creemos que los moscos sean monstruos, porque solamente están siendo el ejemplo de lo que no hemos logrado hacer como sociedad, que es manejar adecuadamente el agua residual, canalizar y tener mecanismos de tratamiento”, señala.
En la obra, el investigador dice que la ciudad de la eterna primavera cuenta con 11 o 12 plantas de tratamiento de aguas residuales, pero solo dos están en funcionamiento, lo que significa que hay un gran volumen de aguas vertiéndose a las barrancas en 311 puntos identificados, lo que también representa que no hay una canalización del 60 por ciento de estas aguas.
La propuesta del trabajo científico que hizo el investigador de la UAEM es canalizarlas o hacer tratamientos locales para reducir el impacto ambiental y reducir los efectos negativos en términos de la reproducción del dengue, que es cada vez más grave en la ciudad, para ello sugiere colocar tanques sépticos en los puntos de descarga.
“Lo que sugerimos son tratamientos puntuales, es decir, donde hay más volumen de descargas residuales colocar un tanque séptico que permita hacer un tratamiento primario y que reduzca la contaminación suficiente para permitir la recuperación ecológica a través del mismo ecosistema, trabajar con la misma población y apoyo mixto de los gobiernos”, manifestó.
Lo grave del tema, dijo, es que si no se atiende esta problemática aumentará la contaminación, ya que las zonas de cultivo del sur del estado se riegan con aguas contaminadas que llegan desde Cuernavaca, uno de los 11 municipios morelenses que más contaminan la subcuenca del Amacuzac, considerada incluso la más contaminada de México.
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